martes, 9 de septiembre de 2014

Mt Buller


Australia es mucho sobre playas y desiertos y el "bush" (sin albur), pero oh sorpresa también es nieve y montañas. Si ustedes son personas cultas puede que no los sorprenda mucho, pero yo no tenía idea que en Australia caía nieve. Nieve real y no como el agua nieve de Monterrey o Morelia. Tiene sentido, después de todo Australia es uno de los países que siempre compite en las olimpiadas de invierno aunque pues...

En fin, resulta que a escasas 3 horas de Melbourne existe una pequeña montaña donde es posible practicar deportes de invierno: Mount Buller (yo insistía en pronunciarlo como el apellido de Ferris Bueller, pero no). Es un pueblito en Victoria con alrededor de 200 habitantes que es básicamente un "resort town" o un "pueblo hotel". Existe por y gracias al turismo, exclusivamente. En los meses de Julio a Septiembre está abierto como un parque nacional y la gente extreme va a esquiar, hacer snowbording y la gente como yo va a hacer monitos de nieve y comer pizza.



Aparte de Mount Buller, existe Falls Creek, otro resort alpino que cumple la misma función, excepto que creo es para esquiadores con más experiencia por el tipo de bajadas y pendientes que tiene.

Ambos lugares son muy populares durante el invierno y hay varios mini tours que incluyen transporte, renta de equipo y entrada a los parques. Es un pasatiempo MUY común y en cualquier tienda de deportes puedes comprar una chamarra de nieve y botas para esquiar.

Andrés y yo nunca habíamos visto nieve decente, nieve en la que te puedes hundir o resbalar, de esa que tienen que quitar de las calles y que cierra las escuelas. Entonces decidimos tomar uno de esos toursitos para no dejar pasar la experiencia.


El trayecto en el camión estuvo chistoso porque por 2 horas y 55 minutos estuvimos esperando que el paisaje empezara a cambiar, que se fuera viendo la nieve y al final pasó súbitamente. De repente estaba el pasto verde y luego de la nada PUM blanco. 

Camino hacia allá pasamos por los famosos viñedos del Yarra Valley donde se produce el vino de Victoria, el tipo Casa Madero de la región. Un lugar que no podemos costear porque los tours son para viejitos snobs que saben catar vino y no para estudiantes harapientos como nosotros que todavía tomamos calimochos, ja.

Antes de llegar paramos en un pequeño pueblo donde por razones que desconozco es donde almacenan el equipo de nieve. Ahí recogimos nuestros pantalones, chamarras y botas de nieve, y sí, si tenían botas talla 15 para Andrés. 



La fila para entrar al parque fue larguísima porque mediados de Julio es temporada alta, pero mientras esperábamos nos pusieron un video ochentero advirtiéndonos de los siempre latentes peligros de la madre naturaleza. "No se salte comidas", "No se desvíe de las veredas señaladas", "No se ponga pedo", etc.

Lo disfrutamos muchísimo con todo y levantarnos a las 5am y regresar a las 10 de la noche, muertos. Y lo que más nos sorprendió fue que realmente no estaba tan frío, de hecho en algún momento nos dio calor y anduvimos sin las chamarras impermeables y en manga corta.



También descubrimos que esquiar es un deporte muy peligroso. En nuestras pocas horas ahí vimos a alguien romperse una pierna y a un niño resbalarse del funicular, pero puede que sólo sea que la diversión nos sigue a donde vamos.






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