domingo, 18 de agosto de 2013

Where beer does flow and men chunder

Una de las cosas que la gente más relaciona con Australia es la cerveza Fosters, pero en realidad es algo de lo que menos he visto... de hecho, no me he topado con una sola cerveza Fosters desde que llegué y aunque no he estado haciendo mucho bar hopping, (como dicta mi rango de edad) he ido a varias bottle shops (tiendas donde venden alcohol, algo así como depósitos elegantes :p) y nada de esta supuesta bebida icónica.

Resulta que todos los no-australianos hemos sido víctimas de la exitosa campaña de marketing del grupo Fosters, en la cual anuncian esta cerveza como lo más australiano después de Cocodrilo Dundee. Los comerciales de Fosters buscan relacionar la personalidad relajada buena ondi de los australianos con su bebida y así la venden en todos los mercados extranjeros valiéndose de la parafernalia aussie, ya saben, los canguros, los boomerangs. La realidad es que desde 1970 Fosters no ha tenido mucha popularidad en su país de origen, otras marcas del mismo grupo son más representativas aquí, como Carlton Draught y Victoria Bitter. 

Ahora, para contribuir aún más a que afronten la realidad sobre la cerveza Fosters, la empresa que la produce y comercializa fue comprada recientemente (2011) por el grupo SABMiller, una compañía internacional de bebidas con sede en Londres. Por si no sabían, SABMiller también es dueña de las cervezas Grolsch y Miller, además de ser una embotelladora de Coca Cola.

De hecho, el grupo Fosters fue fundado por 2 estadounidenses... aunque sí fue en Australia, right here in Melbourne.


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